Este documento pretende ser un instrumento que aporte algunas ideas o claves para gestionar algunos conflictos en casa de forma respetuosa y coherente.
Hemos intentado plasmar las problemáticas más comunes, y las que creemos que pueden ayudar a más familias. Cualquiera de los conflictos que se van a abordar en esta guía puede resolverse por varias vías. Depende de la edad, de las circunstancias familiares, del estado emocional... En cada escena se plantean diferentes estrategias para afrontar la situación siempre con la idea final de fomentar la responsabilidad y la felicidad de nuestros hijos e hijas. Y, por supuesto, los matices son innumerables.
Un conflicto mal resuelto llama a otros conflictos. Un conflicto puede tener diferentes causalidades. Por eso, tener una visión general de cómo afrontar los conflictos ayuda a entender y a actuar en lo concreto.
Es un material complementario a otros editados por la CEAPA. Por sí solo, puede cojear. Por ejemplo, responder a la pregunta: ¿qué le podemos decir a nuestro hijo o hija para que no fume? Cualquier respuesta puede ser eficaz para una familia, pero insuficiente para otra. Por eso, es recomendable la lectura de la Guía de Resolución Positiva de Conflictos accesible también en la página web de CEAPA (www.ceapa.es). Y para padres y madres más osados está el curso online.
La ubicación de quién tiene el conflicto y quién debe ser el protagonista para su resolución son las claves de la técnica del semáforo inteligente, descrita en la guía antes mencionada. Para cualquier conflicto, los adultos deciden quién debe afrontarlo, dependiendo de los ritmos evolutivos, de las competencias aprendidas:
1. Cuando hay que proteger a nuestros hijos e hijas, ya que no tienen la capacidad para tomar decisiones (semáforo rojo).
2.Cuando empiezan a tener recursos para tomar decisiones pero necesitan que los adultos estructuremos la realidad (semáforo amarillo).
3.Los adultos ya no deciden para que puedan asumir responsabilidades (semáforo verde).
Cualquier conflicto referido en este cómic puede enfocarse con los tres colores. Por ejemplo, podemos decir que se acueste, porque son las 11 de la noche y tiene 7 años. Pero tarde o temprano se debe negociar a qué hora se acuesta y, más tarde, dejar que lo decidan ellos. Pasar de ser imprescindibles a rescindibles. Eso es educar.
Cualquier conflicto referido en este cómic puede enfocarse con los tres colores. Por ejemplo, podemos decir que se acueste, porque son las 11 de la noche y tiene 7 años. Pero tarde o temprano se debe negociar a qué hora se acuesta y, más tarde, dejar que lo decidan ellos. Pasar de ser imprescindibles a rescindibles. Eso es educar.
Antonio Ortuño Terriza
Psicólogo Clínico Infanto Juvenil